Reproducción ( Exvoto Ibero )
69,00€
PRECIO UNIDAD. Bronce envejecido – peso aprox. 67gr. – Altura 9cm.
DESCRIPCIÓN:
Figura femenina con un largo velo en la cabeza y brazos extendidos en actitud oferente u orante.
Una de las manifestaciones de la religiosidad de la sociedad ibérica se materializaba en la ofrenda a los santuarios de exvotos fabricados de forma casi industrial, mediante fundición a la cera perdida, las piezas más elaboradas, y mediante forjado, las figuras más esquemáticas.
Estos exvotos fueron depositados en los santuarios durante generaciones, por lo que se han localizado grandes acumulaciones de los mismos asociados a las cuevas-santuario de la Alta Andalucía, destacando las jienenses de Collado de los Jardines, en Santa Elena y Cueva de La Lobera en Castellar.
Presentan gran variedad de formas humanas y animales, en las que se observa una evolución estilística. A mediados del siglo VI a.C. se percibe la influencia del arte griego arcaico y la diferencia de tipos es más escasa. A partir del siglo IV-III a.C. aumenta la diversidad y se generalizan las figuras esquemáticas y la representación de partes anatómicas, perdurando su fabricación hasta la romanización. Son un reflejo de la diversidad social, así como de la complejidad de la religión ibérica ya que se asocian a cultos de fertilidad, ritos de paso y curación de enfermedades.
Las mujeres ibéricas aparecen representadas de diferentes formas: vestidas y desnudas, simplemente estantes o en actitudes orantes u oferentes.
EXVOTOS ÍBEROS.
Eran unas figuras elaboradas en piedra, terracota y sobre todo bronce que se cree que eran ofrendas que dejaban los habitantes de la Hispania prerromana en los santuarios o lugares de culto. Estas ofrendas a los dioses se hacían para conseguir salud, victorias, fertilidad, curaciones etc.
Debemos decir que una gran parte de los pueblos antiguos concebían la enfermedad, las derrotas o las desgracias en cualquier faceta de su vida o de la ciudad como una culpa que se debía expiar ante el dios a la vez que se podía hacer un pacto, promesa o petición a la divinidad y luego si se cumplía esa petición ofrecer al dios un exvoto para pagar esa deuda.
Hay algunos autores que dicen no eran ofrendas a dioses sino que representaban a los propios dioses.
Estos exvotos son muy numerosos, la mayoría de bronce realizados con el método de la cera perdida sobre un molde de arcilla que se rompía tras solidificar el bronce y luego se retocaba a cincel, esta era la manera de fabricación normal en la Hispania Prerromana.
Eran piezas de pequeña factura normalmente no pasaban de 20 centímetros con figura estilizada tanto de género masculino como femenino, muchas veces con las palmas de la mano hacia arriba en actitud de plegaria y con algún miembro del cuerpo con rasgos exagerados. Son menos abundantes los exvotos con figuras de animales.
La mayor parte de los hallazgos se encuentran en el sur o sureste de Hispania en santuarios que son cuevas o altos del terreno lejos de las poblaciones.
Tienen muy poco que ver con las figuras que aparecen en la religión romana y si pueden tener como precedente exvotos aparecidos en santuarios griegos o etruscos.
Estos exvotos son de lo que se conserva del arte figurativo ibérico el material más abundante y nos aportan datos significativos sobre la religión, el vestido, las ofrendas, las costumbres etc de los pueblos ibéricos.
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